3. La Deidad del Señor Jesucristo
El Señor Jesucristo es el eterno Hijo de
Dios. La Biblia declara:
(a) Su nacimiento virginal (Mateo 1:23; Lucas 1:31,35).
(b) Su vida sin pecado (hebreos 7:26; 1 Pedro 2:22).
(c) Sus milagros (Hechos 2:22; 10:38).
(d) Su obra vicaria en la cruz (1 Corintios 15:3; 2 Corintios 5:21).
(e) Su resurrección corporal de entre los muertos (Mateo 28:6; Lucas 24:39; 1
Corintios 15:4).
(f) Su exaltación a la diestra de Dios (Hechos 1:9, 11; 2:33; Filipenses
2:9-11; Hebreos 1:3).
4. La caída del hombre
El hombre fue creado bueno y justo; porque
Dios dijo: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza". Sin embargo, el ser humano por su propia voluntad cayó en
transgresión, incurriendo así no sólo la muerte física sino también la
espiritual, que es la separación de Dios (Génesis 1:26, 27; 2:17; 3:6; Romanos
5:12-19).
5. La salvación del hombre
La única esperanza de redención para el
hombre es a través de la sangre derramada de Jesucristo, el Hijo de Dios.
(a) Condiciones para la salvación. La salvación se recibe a través del
arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor Jesucristo. El hombre se
convierte en hijo y heredero de Dios según la esperanza de vida eterna por el
lavamiento de la regeneración, la renovación del Espíritu Santo y la
justificación por la gracia a través de la fe (Lucas 24:47; Juan 3:3; Romanos
10:13–15; Efesios 2:8; Tito 2:11; 3:5–7).
(b) Evidencias de la salvación. La evidencia interna de la salvación es el
testimonio directo del Espíritu (Romanos 8:16). La evidencia externa ante todos
los hombres es una vida de justicia y verdadera santidad (Efesios 4:24; Tito
2:12).
6. Las ordenanzas de la iglesia
(a) El bautismo en agua. Las Escrituras
establecen la ordenanza del bautismo en agua por inmersión. Todos los que se
arrepienten y creen en Cristo como Salvador y Señor deben ser bautizados. De
esta manera declaran ante el mundo que han muerto con Cristo y que han sido
resucitados con El para andar en nueva vida (Mateo 28:19; Marcos 16:16; Hechos
10:47, 48; Romanos 6:4).
(b) La santa comunión. La Cena del Señor, que consiste en la participación de
las especies eucarísticas–el pan y el fruto de la vid–es el símbolo que expresa
nuestra participación de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo (2
Pedro 1:4); un recordatorio de sus sufrimientos y su muerte (1 Corintios
11:26); y una profecía de su segunda venida (1 Corintios 11:26); y un mandato
para todos los creyentes "¡hasta que él venga!
7. El bautismo en el Espíritu Santo
Todos los creyentes tienen el derecho de
recibir y deben buscar fervientemente la promesa del Padre, el bautismo en el
Espíritu Santo y fuego, según el mandato del Señor Jesucristo. Esta era la
experiencia normal y común de toda la primera iglesia cristiana. Con el
bautismo viene una investidura de poder para la vida y el servicio y la
concesión de los dones espirituales y su uso en el ministerio (Lucas 24:49;
Hechos 1:4, 8; 1 Corintios 12:1–31). Esta experiencia es distinta a la del
nuevo nacimiento y subsecuente a ella (Hechos 8:12–17; 10:44–46; 11:14–16;
15:7–9). Con el bautismo en el Espíritu Santo el creyente recibe experiencias
como la de ser lleno del Espíritu (Juan 7:37–39; Hechos 4:8), una reverencia
más profunda para Dios (Hechos 2:43; hebreos 12:28), una consagración más
intensa a Dios y dedicación a su obra (Hechos 2:42) y un amor más activo para
Cristo, para su Palabra y para los perdidos (Marcos 16:20).
8. La evidencia física inicial del bautismo
en el Espíritu Santo
El bautismo de los creyentes en el Espíritu
Santo se evidencia con la señal física inicial de hablar en otras lenguas como
el Espíritu los dirija (Hechos 2:4). El hablar en lenguas en este caso es
esencialmente lo mismo que el don de lenguas (1 Corintios 12:4–10, 28), pero es
diferente en propósito y uso.
9. La santificación
La santificación es un acto de separación de
todo lo malo, y de dedicación a Dios (Romanos 12:1, 2; 1 Tesalonicenses 5:23;
hebreos 13:12). La Biblia prescribe una vida de "santidad sin la cual
nadie verá al Señor" (hebreos 12:14). Por el poder del Espíritu Santo podemos
obedecer el mandato que dice: "Sed santos porque yo soy santo" (1
Pedro 1:15, 16).
La santificación se efectúa en el creyente cuando este reconoce su identidad
con Cristo en su muerte y su resurrección, y por fe se propone vivir cada día
en esta unión con Cristo, y somete todas sus facultades al dominio del Espíritu
Santo (Romanos 6:1–11, 13; 8:1, 2, 13; Gálatas 2:20; Filipenses 2:12, 13; 1
Pedro 1:5).
10. La Iglesia y su misión
La Iglesia es el cuerpo de Cristo, la morada
de Dios por el Espíritu Santo, con el encargo divino de llevar a cabo su gran
comisión. Todo creyente, nacido del Espíritu Santo, es parte integral de la
asamblea general e iglesia de los primogénitos, que están inscritos en los
cielos (Efesios 1:22, 23; 2:22; Hebreos 12:23).
Siendo que el propósito de Dios en relación con el hombre es buscar y salvar lo
que se había perdido, ser adorado por el ser humano y edificar un cuerpo de
creyentes a la imagen de su Hijo, la principal razón de ser de las Asambleas de
Dios como parte de la Iglesia es:
(a) Ser una agencia de Dios para la evangelización del mundo (Hechos 1:8; Mateo
28:19, 20; Marcos 16:15, 16).
(b) Ser un cuerpo corporativo en el que el hombre pueda adorar a Dios (1
Corintios 12:13).
(c) Ser un canal para el propósito de Dios de edificar a un cuerpo de santos
siendo perfeccionados a la imagen de su Hijo (Efesios 4:11–16; 1 Corintios
12:28; 14:12).
Las Asambleas de Dios existe expresamente para dar continuo énfasis a esta
razón de ser según el modelo apostólico del Nuevo Testamento enseñando a los
creyentes y alentándolos a que sean bautizados en el Espíritu Santo. Esta
experiencia:
a. Los capacita para evangelizar en el poder del Espíritu con señales y
milagros (Marcos 16:15–20; Hechos 4:29–31; Hebreos 2:3, 4).
b. Agrega una dimensión necesaria a la adoración y a la relación con Dios (1
Corintios 2:10–16; 1 Corintios 12–14)
c. Los capacita para responder a la plena manifestación del Espíritu Santo en
la expresión de frutos, dones y ministerios como en los tiempos del Nuevo
Testamento para la edificación del cuerpo de Cristo (Gálatas 5:22–26; 1
Corintios 14:12; Efesios 4:11, 12; 1 Corintios 12:28; Colosenses 1:29).
11. El ministerio
Nuestro Señor ha provisto un ministerio
divinamente llamado y ordenado con el triple propósito de dirigir a la iglesia
en: (1) la evangelización del mundo (Marcos 16:15–20), (2) la adoración a Dios
(Juan 4:23, 24) y (3) la edificación de un cuerpo de santos, para
perfeccionarlos a la imagen de su Hijo (Efesios 4:11, 16).
12. Sanidad divina
La sanidad divina es una parte integral del
evangelio. La liberación de la enfermedad ha sido provista en la expiación y es
el privilegio de todos los creyentes (Isaías 53:4, 5; Mateo 8:16, 17; Santiago
5:14–16).
13. La esperanza bienaventurada
La resurrección de los que han muerto en Cristo
y su arrebatamiento junto con los que estén vivos cuando sea la venida del
Señor es la esperanza inminente y bienaventurada de la Iglesia (1
Tesalonicenses 4:16, 17; Romanos 8:23; Tito 2:13; 1 Corintios 15:51, 52).
14. El reino milenario de Cristo
La segunda venida de Cristo incluye el rapto
de los santos, que es nuestra esperanza bienaventurada, seguido por el regreso
visible de Cristo con sus santos para reinar sobre la tierra por mil años
(Zacarías 14:5; Mateo 24:27–30; Apocalipsis 1:7; 19:11–14; 20:1–6). Este reino
milenario traerá la salvación de Israel como nación (Ezequiel 37:21, 22;
Sofonías 3:19,20; Romanos 11:26,27) y el establecimiento de una paz universal
(Isaías 11:6–9; Salmo 72:3–8; Miqueas 4:3, 4).
15. El juicio final
Habrá un juicio final en el que los pecadores
muertos serán resucitados y juzgados según sus obras. Todo aquel cuyo nombre no
se halle en el Libro de la Vida, será confinado a sufrir castigo eterno en el
lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda, junto con el diablo
y sus ángeles, la bestia y el falso profeta (Mateo 25:46; Marcos 9:43–48;
Apocalipsis 19:20; 20:11–15; 21:8).
16. Los cielos nuevos y la tierra nueva
"Pero nosotros esperamos, según sus promesas,
cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia" (2 Pedro
3:13; Apocalipsis 21:22).
Quienes Somos
El ministerio Iglesia
pentecostal Roca de Salvacion,Inc. es una organización no lucrativa que fue
fundada por el Pastor Rev: Felix
Ferrufino. en el año 2001.fuimos ordenados como monistro por el concilio Internacional de Iglesias pentecostales
de Jesucristo. bajo la dirección como Obispo el Rev: Dor, Kittim Silva Bermúdez,
Nuestro ministerio es uno de los ministerios
que ha permanecido y crecido por su compromiso con Dios en la predicación de
las buenas nuevas del evangelio de Jesucristo. El ministerio pentecostal de
Jesucristo es una Iglesia comprometida con Dios de carácter firme de visión y
proyección en el crecimiento y Salvacion de las almas es una Iglesia que sea
destacado y identificado con nuestra comunidad, con seriedad y respeto. Hemos
sido testigos de los milagros de Dios y de la restauración y Salvacion de
muchas familias, matrimonios y Jóvenes que han sido rescatados de la vanidad
del pecado para el reino de Jesucristo a él sea la gloria por los siglos Amen
Quien es
el pastor: Rev. Felix ferrufino
El pastor Rev. Felix Ferrufino es un ministro del
evangelio de Jesucristo que des de su temprana edad es decir desde los 14 años
asido un siervo de Jesucristo. El pastor Felix Ferrufino es de nacionalidad
salvadoreña donde fueron nuestro primeros pasos y entrenamiento en el evangelio
bajo el concilio de la Iglesia de Dios en los años 1990 desde muy Joven Dios
puso esa pasión por conocerle, conocer su palabra y predicarla en muchos
pueblos de nuestro país usando el método de los campos blancos que conocemos
como misiones, en el año 1996 llegamos al norte de carolina a la ciudad de
Burlington en el 1997 se inició una misión en esa suida donde nació la Iglesia
aposento alto. Donde fue una bendición servir al señor allí por tres años.
Estando allí sirviendo al señor con toda dedicación con
el pastor Rev. Rudy campos. Tuvimos una invitación a predicar a una Iglesia a
un na ciudad al sur de Georgia. Llamado cordeles. Y decidimos pasas por Smyrna
Georgia. Para ver a Dos hermanos que estaban en esta ciudad de nuestra misma
Iglesia en el salvador. Dios puso en nuestro corazón venir y hacer un culto con
nuestros hermanos. Donde se reconciliaron otros dos. En ese viaje misionero y
aquello que solamente era un simple viaje se convirtió en una misión donde
estuvimos viajando por seis meses cada fin de semana desde norte carolina para
tener el servicio con las primeras cuatro almas que Dios avía ya restaurado.
Por la distancia no era problema estábamos acostumbrado a caminar hasta Dos
tres y seis horas en los viajes misioneros en el Salvador y aquí en estados
unidos encaro era una bendición. Des pues de seis meses tuvimos que movernos a
Atlanta para atender mejor la obra i así fue como nació el ministerio Iglesia
pentecostal Roca de Salvacion.inc en el 2001